Aquí lo tradicional y lo fantástico se unen, para darle vida a personajes misteriosos y eventos mágicos que reflejan las creencia de su gente.
Los Muiscas piensan que toda esa locación está maldita por el dios Chibchacum, ya que en el pasado desataron su ira. Según la leyenda, él se ofendió porque el pueblo le negó sus ofrendas y no tenían vergüenza de ofenderlo en secreto o en público. Como venganza, crió y trajo de otras partes aguas para inundar la sabana, arruinando los cultivos y espantando a los animales. Así el hambre hizo presencia.
Los sacerdotes y caciques, desesperados, pidieron al pueblo hacer plegarias y ofrendas al gran dios Bochica. Pasaron días y noches hasta que, una tarde, hizo presencia bajo un arco iris, estremeciendo a todo el pueblo. Al levantar su bastón de oro, causó que las rocas se separen, drenando la inundación, creando así la cascada.
Chibchacum, como consecuencia fue castigado por Bochica, como resultado. Se dice que cada persona que atenta contra su vida en este lugar lo hace bajo la influencia de Chibchacum, ya que su ira hacia el humano no se ha saciado.
Al inicio de los tiempos, cuando no existía absolutamente nada en las tierras, una mujer que se llamaba Bachué salió de la laguna Iguaque y caminó entre la niebla por toda la sabana, llevaba un niño que tenia aproximadamente tres años llamado Chaquén, llegaron hasta el páramo y ellos construyeron una casa donde vivieron hasta que el niño creció y se pudo casar con Bachué. Empezaron a tener muchos hijos y así se empezó a formar el territorio.
Bachué les enseñó durante tres años muchas cosas como cultivar, cazar animales y a adorar a los dioses, después decidió volver al agua junto con Chaquén donde la multitud, llorando, los despedía, ya que nadie queria que ellos partieran. Finalmente se convirtieron en serpientes y se hundieron a las profundidades de la laguna junto un gran grupo de serpientes que los siguieron, las cuales salieron convertidas en hombres y mujeres dispuestos a poblar la tierra. Los muiscas la respetan, y la aman.
In Muisca culture, they consider the god Bochica as the father of their culture, as he was a supernatural being who came to their lands to teach them the importance of living in harmony, as well as spinning cotton and weaving blankets. The mythical tradition also claims that he was the creator of the Tequendama Falls.
He is known for being a wise god who established social norms to improve life among them. The legend says that he was always accompanied by a golden staff, which allowed him to perform miracles such as parting rivers, planting, etc.
According to the legend, the Bogotá River was completely polluted, and Bochica taught them how to build houses and make channels to divide the waters and clean the river.
For the Muisca culture, Bochica is considered a supernatural being who descended from the heavens and became a man. They said he was a creator god.
Un día, un miembro de una familia que era demasiado pobre, decidió ir a un mercado, y sorprendentemente, le ofrecieron que cambiara las mantas que llevaba por unos misteriosos y deslumbrantes granos de oro. Aceptó inmediatamente y los echó en una bolsa. Mientras iba de regreso a casa, un ave negra se la arrebató y las semillas cayeron en la tierra. El dios Bochica enterró estos deslumbrantes granos.
Pasó un largo tiempo, y él al verlas, quiso arrancarlas de inmediato. Haló y haló con más fuerza, pero cuando miró el cielo, vio a la misma ave que le había arrebatado la bolsa aquella vez en el mercado. La ave lo atacó y le arrancó las barbas para colocarla a los frutos de estas plantas.
El rumor empezó a esparcirse por todo el pueblo. Las personas fueron al lugar y ellos querían probarlos, les gustaron tanto, que desde ese día comenzaron a hacer mazamorra, arepa, harinas y todo tipo de envueltos. En venganza los hombres quedaron sin barba.
El cacique más poderoso gobernaba Guatavita. Nunca se imaginó que su esposa fue la que protagonizó adulterio en su matrimonio, y cuando él se enteró sobre esta situación, ordenó quitarle la vida a su amante y sacarle el corazón para que su esposa se lo comiera en público como un castigo ejemplar. Decidió dejar todo e irse con su hija a la laguna cercana, En un acto de tristeza, para acabar con su dolor, se tiró al agua y se llevó a su hija.
El cacique, buscó la ayuda de un sacerdote con el fin de rescatar a su esposa e hija que se encontraban en la profundidad de la laguna, pero fue consciente de que sus intentos fueron en vano. Se convirtió en la diosa que protege la laguna. Desde entonces, han llevado a cabo muchos rituales en adoración a la diosa ofreciendo oro y otros objetos sagrados en el fondo de la laguna. Los Muiscas pensaban que las ofrendas que ellos le llevaban ayudaban a calmar su ira, que ocasionalmente salía de la laguna en forma de serpiente para recordar al pueblo la relevancia de sus sacrificios.
Among the great eastern mountain range, the zipas, the rulers of the Muiscas who were considered almost divine, can be found. For generations, it has been said that these rulers had accumulated an impressive amount of wealth, such as gold, emeralds, and large artisanal pieces. However, what truly made this treasure special was not its material value today, but the spiritual significance it held for the Muiscas.
When the Spanish conquistadors arrived searching for gold, they encountered the resistance of the Muiscas. According to the legend, before the Spaniards could appropriate their treasures, the Muiscas made the decision to hide them throughout the territory. One of the theories that resonates the most in Colombia is that a large part of that gold was thrown into the depths of Lake Guatavita.
They have kept alive the hope in generations of adventurers and archaeologists who have tried to unearth the lost treasure throughout Cundinamarca. However, all have failed; the Zipa's treasure seems destined to remain hidden, many say by the gods.
Hace algunos años, alrededor del siglo XVI, cuando los españoles llegaron a América, creían que en algún lugar del nuevo mundo existía un lugar de riquezas, lleno de oro y piedras preciosas. En Europa era conocida como la ciudad de oro o simplemente “El dorado”. Muchos exploradores embarcaban hacia América con destino a la actual Venezuela y Ecuador con el deseo de volverse ricos, pero no tenían éxito.
No fue hasta que llegaron noticias a España sobre una ceremonia donde “un rey” cubierto de polvo de oro, se sumergía en las aguas sagradas de la laguna como un acto de veneración por los lados que hoy conocemos como el altiplano cundiboyacense. Aquellas noticias que motivaron hacer más expediciones.
Cuando llegaron al lugar en definitiva se sorprendieron ya que esperaban encontrarse con una ciudadela de oro y en lugar se encontraron con una laguna, pero eso no detuvo la búsqueda. Aunque miles de hombres llegaron a América con la intención de despojar a los indígenas de su oro, muy pocos volvieron a su hogar, ya que no contaban con que la laguna estuviera protegida por una diosa, la leyenda dice que cada español que intentaba robar el oro de las profundidades se ahogaba por una fuerza superior que no lo dejaba salir.
También conocido como “jinete negro”, el Sombrerón es uno de los personajes más famosos del país.
Según las leyendas más antiguas, el “Sombrerón” no siempre fue una figura siniestra. Hace siglos, era un hombre ladrón y asesino de mujeres. Se enamoró de una mujer que era demasiado hermosa, según dicen era la mujer más deseada por el pueblo, e intentó conquistarla. La joven no le correspondió, ya que no le gustaba su apariencia, además de que había escuchado todos los rumores sobre él en el pueblo, y rápidamente huyó del lugar para alejarse de él. "Al verse traicionado el Sombrerón salió en busca de la muchacha, ocultándose bajo un gran sombrero. Al encontrarla la mató y escapó" (Festival Icaro, 2022).
Normalmente pasa por los llanos y caminos, especialmente buscando borrachos y malos hombres.
In the small and remote villages, you can hear the elders talking about goblins; many say they have the body of a child, others say they are too thin but have the face of an old man, some say they are mischievous, others say they are demons, but they all agree on one thing: They like children. They are looking for babies who have not been baptized to "play with them" so that when the baby grows up, they will already have the confidence to go with them.
How do I know if a goblin loves my baby, or at least know that it's in my house? People ask, Well, the elves are very playful; you will quickly notice their presence in your house. Things will disappear all of a sudden, and if you're lucky, they'll magically reappear somewhere else; that's the first warning sign. Goblins love to braid things, so if your child or any pet appears with braids, it's the second warning sign.
En Quito, unos monjes franciscanos buscaban construir una iglesia, sin embargo las piedras se empezaron a acabar rápidamente. Frente a la desesperación, uno de los sacerdotes le vendió su alma al diablo con la condición de que les proporcionará grandes piedras para terminar la construcción.
El diablo complacido con el trato, encontró unas piedras enormes en los alrededores de Tunja y ordenó a sus demonios trasladarlas en las horas de la noche. Pero no contaba con que antes de llegar al sitio, el sacerdote, después de un sueño revelador, decidió romper el trato. El diablo, lleno de rabia, ordenó a sus servidores abandonar las piedras en Facatativá, ahora se dice que las piedras generan lamentos; eso comentaron las personas que las han escuchado durante las fuertes tormentas. Son muy conocidas.