Lo que poco se sabe de esta leyenda es que el cacique también le era infiel a la cacica.
Para los muiscas, esta "princesa" se convirtió en una figura mítica que se materializaba en serpiente en las lunas llenas para cuidar del pueblo o también para recordarles la importancia de sus ofrendas hacia ella.
La cacica era vista como una guardiana de los valores y tradicionales muiscas, representando tanto el poder de la naturaleza como la fuerza de la justicia que los guiaba.